El futuro del trabajo: la semana laboral de cuatro días

Negocios | 28 febrero, 2022

En 1926 Henry Ford revolucionó el mundo laboral. Estableció los sábados y domingos como días libres para sus Trabajadores. ¿El resultado? Una reducción drástica del ausentismo y una mayor productividad. Casi un siglo después, otro prometedor cambio se avecina. Hablamos de la semana laboral de cuatro días.

¿Un fin de semana de tres días? Aunque parece un sueño, pronto puede convertirse en realidad. En los últimos años, diversas organizaciones han probado el modelo, y la respuesta es más que satisfactoria: Trabajadores más sanos y jefes más contentos.

El panorama se afianza con la flexibilidad laboral detonada por la pandemia, aunada a la creciente evidencia que derrumba el mito de que una larga jornada laboral es sinónimo de alta productividad. Entre los países de la OCDE, por ejemplo, son más productivos aquellos en donde la gente trabaja menos horas.

Una evolución lógica

John Maynard Keynes, el economista más influyente del siglo XX, pronosticó que para 2030 se trabajarían semanas de 15 horas. Una idea que no suena descabellada si se considera la historia de nuestros hábitos de trabajo.

Hace unos 12 mil años, con el comienzo de la agricultura, los seres humanos dedicaban la mayor parte de su tiempo a trabajar para sobrevivir. Miles de años más tarde, la Revolución Industrial permitiría que con menos horas de trabajo se consiguiera un crecimiento notable en la productividad.

En consecuencia, el siglo XIX fue testigo del impulso de una jornada laboral de ocho horas, seguida por la semana laboral de cinco días a principios del siglo XX. Quizá aún no estemos listos para las semanas de 15 horas, pero sí para las de 32.

Menos es más: casos de éxito

De 2015 a 2019, investigadores del laboratorio británico Autonomy ejecutaron el mayor experimento del mundo en el sector público para reducir la jornada laboral. En la prueba, realizada sin cambios en el salario, participó un grupo de 2,500 Trabajadores del Ayuntamiento de Reikiavik, Islandia. El éxito fue abrumador. La productividad no sólo se mantuvo, sino que mejoró en la mayoría de los casos. Hoy, 86% de la fuerza de trabajo de Islandia labora menos horas. Programas piloto con resultados similares han sido desarrollados por Microsoft Japón y Unilever Nueva Zelanda.

Mientras más experimentos a gran escala se realizan en países como Reino Unido, Irlanda, Estados Unidos, España, Canadá, Australia y Nueva Zelanda, algunas Empresas ya lo implementan de forma permanente. 

Es el caso de Basecamp. Para su CEO, Jason Fried, se hace mejor un trabajo en cuatro que en cinco días, “cuando tienes menos tiempo para trabajar, tienes menos tiempo que perder”, afirma.

“Cuando tienes menos tiempo para trabajar, tienes menos tiempo que perder”.

—Jason Fried, Basecamp

Ventajas para tu Empresa y Colaboradores

Más allá del incremento en la productividad. Los programas piloto han demostrado que la semana laboral más corta tiene múltiples ventajas:

  • Reduce el estrés, el ausentismo y la tendencia al burnout.
  • Favorece el equilibrio entre la vida familiar y laboral.
  • Resulta un imán para la atracción de talento.
  • Conlleva menor consumo de energía y, por ende, disminuyen las emisiones de CO2.

¿Funciona para tu Empresa? 

La organización neozelandesa 4 Day Week Global ofrece una guía para preparar pruebas piloto y comprobar si será viable. Entra aquí y explora las posibilidades.

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